Según leemos en el diario ABC, «diferentes estudios han demostrado que el uso de videojuegos provoca cambios estructurales y funcionales en el cerebro, como el aumento del tamaño de algunas regiones y la activación de regiones responsables de la atención y de las habilidades visoespaciales. Una nueva investigación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) va un paso más allá y revela que algunos cambios cognitivos podrían producirse incluso años después de haber dejado de jugar a videojuegos.»
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